COLOR. Yo no era un color, me convertí en blanco en Kinshasa.
CREER. Ser feliz e intenso como un enamorado.
DESEMPOLVAR. En la casa, el polvo, sin embargo inalcanzable en el aire, se pone sobre el suelo, los objetos, el mobiliario y se inmiscuye entre los muebles y los muros. Se vuelve poco a poco concentrado. Se acumula, se fortifica, toma cuerpo. Entonces hay que desempolvar.
DIOS. Hubo la llamada a la oración entrando por la ventana de mi habitación como un despertador. Después cuatro veces por día en las calles del Cairo. Y hubo el desierto, inmenso, donde he tomado conciencia de que Dios no vive en las ciudades sino en las extensiones. Dios es grande.
ESCOBA. La escoba dialoga con la casa y los objetos. A veces, trata de deslizarse bajo los muebles para ser más eficaz. Puede haber aspirador pero con lo que ocupa y su ruido, es otra cosa. La escoba es más ella.
ESCOMBROS. A mi pensamiento no le gustan los escombros pero estoy siempre emocionado por lo que han sido. Y luego viene el momento cuando, como el arqueólogo, estoy ya bajo los escombros. Es hora de escombrar.
ESPACIO VERDE. Los machetes están sucios y un poco oxidados, pero hoy cortan la hierba.
ESPONJA. La esponja es mi utensilio más útil. Seca y sólida, húmeda y blanda, trago de agua y a menudo saturada de suciedad, la esponja es también muy frágil.
ESTANCIA. La felicidad de los días en el mismo lugar.
GRANJA. Mis antepasados han vivido y trabajado en la granja. Yo soy también de la tierra firme.
GUERRA. Cuerpos triturados, despedazados, heridos. Hoy, unas líneas de cruces en los cementerios y siempre cuerpos yertos en el territorio de guerra.
IGLESIA. Desierta, la casa de Dios está cerrada demasiado a menudo.
KINSHASA. Apoyada sobre la tierra como sin fundamentos, Kinshasa nació anoche. Grandes extensiones de pequeñas habitaciones sin grandes inmuebles. Poco asfalto, aún no transportes públicos, aún no grandes recogidas de basuras pero mucho verde. Verde vegetal, densa y húmeda, preparada a absorber la ciudad. Kinshasa nació anoche.
LAVAR. Agua frotada, que embarca la suciedad al fondo del fregadero.
LEJOS. Correr para ir más rápido, escobar para ir más lejos.